“Una sola es necesaria” (Lc 10, 38-42)
El pasaje evangélico de Marta y María sigue a la parábola del “ Buen Samaritano” (“ haz tú lo mismo” , Lc 10, 25-37). De algún modo, tiene también, de fondo, la pregunta " ¿qué he de hacer...? " Nos habla de la hospitalidad, al igual que la lectura del Génesis (que ha inspirado el Icono de la Trinidad de Rublev). Abraham acoge, en la figura de aquellos tres misteriosos visitantes, a Dios mismo, que le trae la promesa de la fecundidad. Y esto nos invita a reflexionar en nuestro mundo, con toda la realidad actual de refugiados y emigrantes. ¿Cómo cultivamos la hospitalidad? ¿Cómo acojo al otro (al que llega de lejos, y también al que vive a mi lado?. Marta acoge en su casa a Jesús, que vive en camino (y antes ha enviado así a los discípulos, como predicadores itinerantes, que se dejan acoger). Jesús recibe esta hospitalidad (es también significativo que se hospeda en casa de una mujer). Y la trata con afecto y confianza. María da un paso más: “ sentada a los pies del ...